El Sol realiza su recorrido por Cáncer, permitiendo a nuestra consciencia comprender las temáticas que este dulce arquetipo zodiacal aborda.
La Luna -asociada a Cáncer- junto con los planetas ubicados en esta constelación dan cuenta del interesante proceso de adaptación y cuidado emocional. Cáncer lee las señales, se relaciona y luego prepara el territorio para que la semilla de la vinculación se desarrolle y de paso a los lazos de cariño. Es el impulso a abrazar, cuidar y proteger a los seres que amamos.
Este es el espacio psicológico y físico que entrega a cada ser la tarea de estar, por un lado, siempre conectado con sus necesidades y, por otro, con la no menos importante misión de canalizar la fuerza y la sensibilidad que nos permite relacionarnos afectivamente, construir familias y comunidad. Adaptativamente, esta parte del Mapa y de la psique trabaja para nuestra sobrevivencia entendiendo que de alguna manera la soledad extrema y el aislamiento podrían poner en riesgo nuestra vida.
En la trilogía del agua, Cáncer describe ese impulso y esa lucha por el establecimiento de dinámicas afectivas con las personas que elegimos. Por su parte Escorpio estará encargado de generar en algunos de esos vínculos el deseo de mayor intimidad y profundidad y por último, Piscis será capaz de abrir las puertas y entender que el sentimiento de familia -propio de Cáncer- va más allá, cruzando cualquier tipo de frontera, incluso las dadas por la geografía o el tiempo para conectarnos con un sentimiento mayor de hermandad y unidad.
Te invito a reflexionar y mirar a tu alrededor a las personas que reciben tu cuidado y cariño. Lleva ahora la atención a tu mundo interior y esta noche antes de dormir identifica cuánto tú permites a otros cuidarte, amarte y velar por tu bienestar y tranquilidad.
Es el tiempo del agua…el tiempo de Cáncer… busca la mano de quienes te acompañan, confía, fluye y déjate querer.
Marilú Silva Montes
PsicoAstrología