El Sol recorre los primeros grados de Piscis y a su paso sensibiliza nuestra vida y nuestra percepción.
«Que el agua purifique nuestros pensamientos e ideas de tal manera que podamos pensar sin temor.
Que nuestras manos trabajen por el bien común y la unidad.
Que nuestras palabras reflejen tolerancia y comprensión.
Que nuestra manera de relacionarnos exprese empatía y solidaridad.
Que nuestra mente creativa entienda los símbolos e imágenes.
Que nuestro contacto con la realidad nunca nos impida soñar.
Que la oración y la meditación sean nuestro refugio y nuestro hogar.
Y que, finalmente, nuestro corazón se abra de tal manera, que sea capaz de aceptar y perdonar».
Texto inspirado en Piscis y en la fuente infinita de amor que habita en lo más profundo de nuestro ser.
Marilú Silva Montes
Psicoastrología